Todos lastimamos y somos lastimados en un momento de nuestras vidas, aún sin darnos cuenta...
Es algo inevitable, que puede ir desde tener un amor no correspondido, hasta simples palabras o actos que pueden lastimar muchisimo.... es el arte de nuestra subjetividad.
Unos pueden recibir un golpe tras otro, y aún así seguir teniendo fuerzas para entender a su agresor, otros se dejan caer dolidos, mucho mas si no lo esperaban de esa persona.
El verdadero reto es levantarse y saber si todo eso es real, o solo una ilusión de tu subjetividad. Estás agrandando las cosas? y en ese momento debes preguntarte a ti misma si la decisión mas prudente es perdonar y olvidar o perdonar y alejarse...
Una cosa es el orgullo y otra es el amor propio. Siempre creí que el orgullo solo traía destrucción y soledad. Pero el amor propio es diferente... es necesario, es tu fortaleza.
Ayer me lastimaste sin querer, y decidí perdonar y olvidar, dejando de lado mi orgullo, pero jamás mi amor propio. Sé que no querías hacerlo, te entiendo, lo acepto. Y ese momento me demostraste con palabras que mi subjetividad lo estaba agrandando todo.
Te recuerdo que lo que siento por ti es amor, no es obseción ni necesidad. No me aferro a tí, te amo porque eres como eres, y así me haces muy feliz. Estoy contigo no solo porque te amo, sino porque me amo a mí misma, y lo que me hace más feliz, me da fortaleza, me inspira, me llena de energía y de paz, me calma y reconforta, eres TÚ.
Y .... si fuera diferente, te dejaría ir, por amor propio
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