Los míos fueron principalmente 4:
- el flaquito - la rana - el desubicado - el niño azul
Cuatro historias que marcaron mi infancia y mi adolescencia. Cuatro personas que en su tiempo llegaron a significar mucho para mí. Y cuatro personas que quise con mi joven corazón.
El Flaquito fue mi primer amor, ese amor de niños que es tan inocente que se lo confunde con amistad. Ese amor platónico, que a una corta edad idealizamos por significar algo nuevo. En mi caso no fue correspondido. Pasó a ser solo una ilusión de esperar que él me hable o me diga algo, ahí donde los niños se avergonzaban de decir las cosas de frente, o, en mi caso, se avergonzaban de mí...
La Rana fue mi amor de 14 años, que duró hasta los 16... y, al igual que el anterior, fue solo ilusión... Nuevamente no fui correspondida. Fue en esa época en la que empiezan las fiestas, el alcohol, el coqueteo más avanzado... Con él fue distinto... él me gustaba porque no se avergonzaba de mí, porque no me buscaba solo para pedirme tareas como los demás... Él sí demostró simpatía por mí, pero... nunca la llegó a concretar. Y mantuvo mi esperanza por casi dos años... nunca supe si fue por cobardía suya o por persistencia infundada mía... Solo sé que... fue una historia de amor que terminó sin haber empezado, que oprimió y esperanzó mi corazón por mucho tiempo, y me hizo tambalearme en un vaivén de alegría y desamor...
Y fue similar con el Desubicado, un juego peligroso que él hizo con algo tan delicado llamado "esperanza". Fue al chico que quise con más intensidad en colegio, porque con él sí fui correspondida, aunque fue solamente por un mes y medio. En esa época en la que yo tenía casi 17 años y él solo 15... pero, como dicen, no hay edades para el amor, ni tampoco las hubo para que jugara con mi corazón... Posiblemente fue por él por quien más sufrí. Fue él quien me llenaba de esperanzas para después deshojarlas como flores en otoño... Duramos un mes en el cual me prometió el cielo entero y me juró amor eterno, para después jurárselo a otra persona... Fue él quien se ingenió para terminar manteniéndome con esperanzas, aún después de que todo había acabado...
Y exactamente después de él apareció el Niño Azul, que como dicen "un clavo saca a otro clavo", y él debía hacerme olvidar al Desubicado... Pero fue más complicado que eso, porque este último no pretendía irse sin antes seguirme dando una buena dosis de promesas y esperanzas, aún cuando él ya estaba con otra y yo iniciaba con el Niño Azul... fue una lucha interna mía, de un corazón que seguía amando al Desubicado y una mente que me decía que me iría mejor con el Niño Azul. Al final, muchas batallas las ganó mi corazón pero fue la mente quien ganó la guerra...
Llegué a estar con el Niño Azul por un año y medio, mi último tiempo en colegio. Con él fue la montaña rusa más increíble que el mundo jamás conocerá. Un tiempo de subidas y bajadas magistrales, con una máxima indecisión de mi parte... Era un chico dulce, el más dulce de los cuatro, al que yo realmente llegué a querer, pero... no a amar... Y fue seguramente por eso que yo, sin darme cuenta, lo lastimaba una y otra vez... Es que, por muy bien que nos llevábamos, por mucho que compartía con él y por muy buena persona que fuera, mi atención nunca estuvo dirigida enteramente a él. Fue más un amor por despecho que terminó durando más de lo imaginado... Él fue quien supo reconstruir mi corazón, pero no conquistarlo...
Así es como empezó mi vida amorosa , luego vinieron los 25 sapos, y al final llegó él ... Porque toda historia tiene un inicio, porque toda vida tiene etapas, y diferentes personas forman parte de ellas. Porque a veces no importa el tiempo, la duración o el lugar, hay historias que nos llegan a forjar como arcilla. Los recuerdos nos hablan de lo que hicimos mal y lo que hicimos bien, y el tiempo disuelve las emociones y se queda con los sentimientos, mientras el mundo sigue girando indiferente...
Tú recuerdas cuáles fueron tus amores de colegio?
