Me enteré que estás mal, que puede que nunca más pueda volver a ver el brillo de tus ojitos....
Mi enana, me parte el alma la sola idea de que puedes estar sufriendo, solita, en una mesa de operaciones, y que yo no pueda ni entrar a verte.
Me siento tan culpable porque se que nada de esto era realmente necesario, y que al final estás donde estás por el egoismo de todos, porque era "mas incómodo" dejarte como estabas....
Mi pobre perrita, ojala pudiera ayudarte de alguna manera, ojala pudiera hacer algo mas que sentarme aqui y llorar, y desear que regreses a alegrarnos con tus ladridos y tu meneo de colita, ese meneo tan efusivo apenas nos veías.
Prometeme que lucharas, mi compañerita, que volveras conmigo y con tu hermanito, que no te marcharas lejos... es que eres muy chiquita para irte
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