No siempre las cosas salen como uno quisiera... a veces espero, otras desespero... uno es producto del otro, el otro es producto de uno, todo como un círculo vicioso que al final no llega a nada.
Son simples estados, simples sucesos que pasan o que mas bien no pasan, que a cualquiera le pueden parecer absurdos, pero que cobran importancia en la subjetividad de cada uno.
Y mi esperanza actúa ante cada sonido de una moto, esperando que, por algún milagro hayas podido llegar a mí en este día especial, como todos, ante lo cual después actúa mi desesperanza... como dije, puede parecer estúpido para unos, para mí es como un interruptor que se prende y apaga. Desearía poder quemar el foco, para que se apague de una vez y no me encuentre en este va y viene, que en realidad no sé en qué se funda el viene... tal vez en la negativa de aceptar que me tocan días de soledad, que aunque a simple vista parezcan pocos, en realidad son milenios.
Solo un enamorado puede entender estas líneas, solo alguien que espera una llamada y lo único que escucha es el silencio de su celular, solo el que ni bien se despide de la otra persona, ya la extraña, solo el que cuenta las horas para ver al ser amado...
Llamame negativa, pesimista, tonta.... enamorada... no me importa. Incluso sé que tú no estás como yo, que tú debes pensar que esta es otra oportunidad. Para qué? No lo sé. Solo tú lo sabes. Y solo Dios sabe porqué eres tan positivo, porqué no te hundes como yo, pero eso es algo bueno, algo saludable para tí. Yo quisiera poder lograrlo también, poder tener mayor tolerancia a la frustración.
Frustración... que fea palabra....
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