Me maravilla lo que se presenta ante mis ojos. Me invade el enorme deseo de contemplar, explorar, poseer cada centímetro de esa legendaria tierra ya descubierta, pero nunca conquistada... hasta ahora.
Pero apenas avanzo se vuelve casi imposible. El éxtasis me invade y toma posesión de mí, me enloquece. Siento como pierdo la razón poco a poco. Me vuelvo un ser incorpóreo, que en lugar de conquistar es conquistado. Me dejo seducir por esa sensación tan extraña, de placer y entrega. Te abro las puertas de mi reino, te obsequio mi riqueza, te premio con los manjares que poseo, te doy la bienvenida, forastero.
Muestro mi debilidad ante tí, no debería, lo se. La reina debe mostrar fortaleza y proteger a su reino, pero me tienes bajo tu hechizo, y la verdad es que me encanta.
Debería sentirme invadida? Porque en realidad me siento completa con tu reino aliado al mío
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