poco a poco
con diferentes acciones
e implicancias de este cambio trascendental
Me aferraba a cada detalle
arañando cada aspecto que formaba parte de mí
y que yo veía volar lejos de mí
Temía por mi esencia
que se desvanezca
que un día me mire al espejo y no me reconozca
que todo aquello que me hacían ser quien soy quede en el olvido...
Tuve que despedirme de mis amigos,
de mis pasatiempos
de mi privacidad
del tiempo para mí
de mi descanso
de mi cuerpo
de algunos sueños
De todo aquello que alguna vez creí propio pero nunca lo fue
Y lloré su pérdida
por mucho tiempo
a veces todavía la sigo llorando...
a veces todavía la sigo llorando...
después de todo, es como desprenderme de mí a pedazos
Fue muy difícil decir adiós...
pero... entonces mi hadita me ayudó a entender
que está bien deconstruirse
que aunque me despida de todo ello, a veces es necesario
que es parte de la construcción de la subjetividad de cada uno
que mi esencia no está solo en lo que se fue o se ira
sino en la huella que dejo en cada persona
incluyendo a mi pequeñita...
y entonces solo dejé de arañar los recuerdos
dejé de añorar las cosas perdidas
y solo entonces me di cuenta lo maravilloso que vivía
me miré al espejo reconocí que ya no era la de antes
pero eso ya no llenó de lágrimas mis ojos
vi que quedaba muy poco de lo que era
que gran parte de mí ya se había desintegrado
pero con ello había mucho por llenar
y por construir
había espacio para nuevas experiencias
nuevos amores
nuevos pedacitos que construyan mi ser
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