A veces duele ser mamá...
Dolió no poder tenerte por parto natural como deseaba
y dolió la recuperación de la cesárea
dolió la inundación de hormonas
y la depresión post parto que implicó
Dolió tener que dejarte una semana después que naciste para tener que ir a clases,
y dolieron las horas pegada al sacaleches que las acompañaban
duele todo lo que cambió
duelen los amigos que se quedaron en el camino
duele la soledad y la falta de ella...
duelen las costumbres que tuve que abandonar
duele como corre el tiempo
Duele lo rápido que creces
duele que pronto dejarás de tomar mi leche
duele que ya no te pueda cargar como antes por lo pesada que estás
duelen las siestas que ya no tomas
duele que te duermas sin lactar
Duelen tus lágrimas
duelen tus gritos
duelen tus caídas
duelen tus dientes
duelen tus vacunas
duele cuando te duele...
Pero todo ese dolor, todo eso perdido, todo eso que se deja atrás
queda chiquito a tu lado,
es un cliché decir "vale la pena"
yo en realidad prefiero decir "duele porque está lleno de vida"
y la vida es efímera, por eso duele
porque eres lo más maravilloso e intenso
y la muestra de que cada minuto debe ser aprovechado.
Tu eres vida mi pequeña, eres luz, eres todo
Gracias por darme tanta emoción, tanta intensidad, tanto amor, tanta vida, mi pulguita.
(adaptación del texto de Yesica Espasandin en 9 lunas)
No hay comentarios:
Publicar un comentario