como si no hubiera más que decir, pero sin embargo hay tanto...
Se apodera el momento la seriedad
cuando en voz muy baja empezamos a desnudar el alma,
a decir lo que pensamos y sentimos realmente
Es entonces cuando nuestras energías se ponen a danzar
tal vez en un duelo silencioso
tal vez en algo más
Y se escapa alguna que otra lágrima
se libera la fuente de poder
manteniendo el ambiente sereno
Hace frío en el alma
pero no es momento para cerrar las puertas ni ventanas,
es hora de dejar que todo el viento entre
y la oscuridad salga
es hora de limpiar nuestro universo
es hora de compartir nuestras dudas, miedos, molestias...
No voy a decir que es algo esperado
pero tampoco debe ser evitado
es hora de intercambiar demonios, de aceptarlos y dejarlos ir
es hora de luchar juntos,
es hora de aprender a ser un equipo
Y el susurro se limpia de tristeza
se torna más alegre
porque ya no tiene un tinte desesperanzador,
ya no se siente tanto frío
porque los pensamientos helados salieron
y porque nuestras almas se abrazan
porque ambos admitimos tener demonios
a los que dejamos la puerta abierta para que vayan saliendo
o para que se despojen de su energía negativa y vuelvan a entrar...
nos tendimos la mano para levantarnos juntos
todo en medio de susurros, y sangre que se elevaba a la cabeza
esta vez ya todo fue mas tranquilo,
no hubo gritos, no hubo disgustos, no hubo roce de heridas
ese fue el don que descubrimos en los susurros