Solo bastó una pregunta para descubrir algo inmensamente interesante ante mí
algo de mis orígenes, mis antepasados, la vida de mi madre y de mis familiares con los que ya no hablo ni volveré a hablar ...
¨¿Cómo era mi abuelo?¨
Una pregunta tan simple pero que contiene tanto
y bastó eso para abrirme a lo desconocido para mí
a descubrir de donde vienen ciertas cosas que hago
y cuál es el origen de ciertas características de mi mamá
será que los gustos se transmiten en los genes?
o será tal vez que mis padres sin saberlo (?) me guiaron hacia los gustos de mi abuelo?
no, no puede ser eso... hay cosas que al parecer comparto con él de las que mi mamá no tiene conocimiento...
entonces? cómo obtuve su legado de amar lo arqueológico, lo místico, lo esotérico?
como es que él y yo compartimos eso sin habernos conocido siquiera?
De una u otra manera esa es mi herencia
eso es lo que él me transmitió, no sé cómo pero me alegra haberlo recibido
me alegra compartir algo con él
me da curiosidad cómo habría sido conocerlo
seguramente habríamos sido inseparables
seguramente habríamos tenido tanto de qué hablar,
o... posiblemente lo habría dejado pasar...
como dejé pasar a mi abuela, sin llegar a saber sus historias...
Busca en las Ganas de Volar
martes, 21 de abril de 2015
miércoles, 8 de abril de 2015
Cosas que hacer antes de morir
- Hacer algo tan bondadoso que sienta como si Dios sonriera al verme y dijera "bien hecho Rojita"
- Hacer orgullosos a mis padres, pero que sea por algo realmente grande, no algo cotidiano ni algo que la mayoría hace, como graduarse o salir profesional, sino que sea por algo fuera de lo común
- Ayudar a alguien significativamente
- Escribir un libro
Vivir una historia de amor maravillosa, apasionada y desenfrenada- Formar una familia
- Visitar la mayor cantidad de ruinas arqueológicas posibles
- Pasar toda una noche leyendo un libro de mi agrado
- Aprender a ser una persona más espiritual
- Aprender a hablar francés e italiano
Diez cosas por hacer, unas más difíciles que otras, y hasta ahora va una cumpliéndose ^-^
Etiquetas:
Espiritualidad Escarlata,
viviendo la vida Roja
lunes, 6 de abril de 2015
Las cenizas del Fénix
Era algo que necesitaba. Había algo dentro de mí que pedía a gritos dejar de ser ignorado
y ese peso que llevaba dentro lo simbolicé en una gran mochila que cargué al Takesi
En dos días de caminata intensa recorrimos maravillosos monumentos de Dios
Ahí, alejada de todo lo cotidiano, del ruido de la ciudad, de las responsabilidades del día a día
ahí donde no importa nada más que caminar
donde el dolor es algo que de segundo plano
donde te vuelves uno solo con la naturaleza y extiendes tus alas para volar...
Ahí fue que hable contigo, querido Dios, y te conté cosas que ya sabías,
te hable de mis miedos, mis deseos, mi arrepentimiento, mi felicidad y mi tristeza
También fue ahí que me permitiste hablar con ella, pedirle perdón por todo, una vez más
y recordarla inmensamente con lágrimas en los ojos que resbalaban por mis mejillas a medida que seguía caminando...
la extrañé más que nunca, pero la sentí a mi lado
sentí su cálido abrazo, y entre el susurro de los cerros escuché su dulce risa
le prometí jamás olvidarla y le pedí jamás dejarme...
entonces sentí cómo el fénix dentro de mí se encendía y resplandecía
Fue también en ese camino que hice en mi mente la lista de 10 cosas que quiero hacer antes de morir
y fue ahí donde acepté mi mortalidad, y me dí cuenta que si Dios decide llevarme, me iría con una sonrisa en mi alma, por haber sido tan feliz en vida
Pero no todo fue fácil ni maravilloso...el fénix chilló como nunca,
desatando su furia irracional, pasional, hormonal...
se estrelló contra el dragón una y otra vez, quien en vez de aplastarla la abrazó
dándole su máxima comprensión, dándole fuerzas, dándole su amor.
Y entonces... ya no quedó nada más para el final del camino
ya todo estaba liberado, ya los demonios habían salido de mí
y fue entonces que con un último aullido el fénix se quemó..
mi espíritu se quebró y mi cuerpo sucumbió ante el fuego,
devolviéndome a la realidad de mi mundo
Pero no volví como la misma persona.
De esas cenizas que quedaron en mi ser, renací
y entonces entendí que debía quemarme y consumirme,
ya todo estaba cumplido y resuelto para ese fénix
era hora de renacer como uno mejorado y rehabilitado.
y con una llama diminuta pero ardiente en mi corazón, volví a mi mundo, renovada, decidida a enfrentar todo lo que vendría, valiente, con más fuerzas que nunca, como una Rojita de Hierro
y ese peso que llevaba dentro lo simbolicé en una gran mochila que cargué al Takesi
En dos días de caminata intensa recorrimos maravillosos monumentos de Dios
Ahí, alejada de todo lo cotidiano, del ruido de la ciudad, de las responsabilidades del día a día
ahí donde no importa nada más que caminar
donde el dolor es algo que de segundo plano
donde te vuelves uno solo con la naturaleza y extiendes tus alas para volar...
Ahí fue que hable contigo, querido Dios, y te conté cosas que ya sabías,
te hable de mis miedos, mis deseos, mi arrepentimiento, mi felicidad y mi tristeza
También fue ahí que me permitiste hablar con ella, pedirle perdón por todo, una vez más
y recordarla inmensamente con lágrimas en los ojos que resbalaban por mis mejillas a medida que seguía caminando...
la extrañé más que nunca, pero la sentí a mi lado
sentí su cálido abrazo, y entre el susurro de los cerros escuché su dulce risa
le prometí jamás olvidarla y le pedí jamás dejarme...
entonces sentí cómo el fénix dentro de mí se encendía y resplandecía
Fue también en ese camino que hice en mi mente la lista de 10 cosas que quiero hacer antes de morir
y fue ahí donde acepté mi mortalidad, y me dí cuenta que si Dios decide llevarme, me iría con una sonrisa en mi alma, por haber sido tan feliz en vida
Pero no todo fue fácil ni maravilloso...el fénix chilló como nunca,
desatando su furia irracional, pasional, hormonal...
se estrelló contra el dragón una y otra vez, quien en vez de aplastarla la abrazó
dándole su máxima comprensión, dándole fuerzas, dándole su amor.
Y entonces... ya no quedó nada más para el final del camino
ya todo estaba liberado, ya los demonios habían salido de mí
y fue entonces que con un último aullido el fénix se quemó..
mi espíritu se quebró y mi cuerpo sucumbió ante el fuego,
devolviéndome a la realidad de mi mundo
Pero no volví como la misma persona.
De esas cenizas que quedaron en mi ser, renací
y entonces entendí que debía quemarme y consumirme,
ya todo estaba cumplido y resuelto para ese fénix
era hora de renacer como uno mejorado y rehabilitado.
y con una llama diminuta pero ardiente en mi corazón, volví a mi mundo, renovada, decidida a enfrentar todo lo que vendría, valiente, con más fuerzas que nunca, como una Rojita de Hierro
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