El camión de gasolina, cargando algo tan vital y tan peligroso al mismo tiempo, que puede darte un impulso o explotar...
Qué es eso que nos lleva a la destrucción?
Qué es lo que hace que nos destruyamos a nosotros mismos? o que destruyamos nuestra felicidad?
Y es que todos lo hacemos de alguna manera, en mayor o menor medida
suicidándonos poco a poco... o asesinando nuestra felicidad...
Puede ir desde algo como elegir el camino de las drogas, para invitar a la parca a que te siga, tentándola a matarte un poquito día a día, teniendo una muerte ansiosa y prolongada
O simplemente puedes pensar en escapar...
Son cosas que parecen simples, pero son diferentes caminos que implican de alguna manera la muerte, la destrucción... Pulsión de muerte, como dirían los psicoanalistas
Y tu gasolina se quema poco a poco, con peligro a explotar...
Hay tanto fuego dentro de tí, tantas razones que hacen que el camión sea peligroso...
Pero tu ya tomaste un pequeño paso para decidir utilizar el combustible como impulso hacia algo mejor,
hacia la casa de tus sueños...
Y eso aviva la esperanza en la prolongación de la existencia...
Como me gustaría darte un abrazo, irte a visitar, decirte que tal vez, en otras circunstancias, yo podría ser la amiga que tanto quieres y que nunca tuviste...
Pero mi posición requiere mi deshumanización momentánea, y me impide tratarte con el calor que da una persona, posiblemente con el riesgo de que al hacerlo te haga más daño...
Y sin ser eso lo que quiero, me tengo que poner una coraza, de ser la que escucha, y no se involucra.
No creas que te olvidé. No creas que cuando me pediste que te siga visitando no se me partió el corazón. No creas que te usé solo para propósitos académicos. En realidad significas mucho para mí, y cada vez que me acuerdo rezo por tí, para que encuentres ese algo que buscas, que pueda cumplir con tu demanda de amor.
Ojala pudieras saber que tu palabra me tocó el corazón, me hizo más humana, aún cuando lo que requiere mi profesión es no involucrarse, ni mucho menos identificarse a tí. Solo espero que te recuperes, que algún día nos encontremos en la calle, estando tu con tu familia y te reconozca, y diga para mí misma: yo conocí a esa chica, ella supo cómo transformar lo explosivo de la gasolina en un impulso para su motor de vida...
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