Estábamos ella y yo solas
yo agotada, ella incómoda
y entonces escuché la radio encendida en la cocina
que tal vez mi madre había olvidado apagar
y mientras la mecía en brazos fui ahí
Pudo haber sido la casualidad o tal vez el destino
pero tocaba la canción que tanto me gustaba,
esa que escuchaba cuando ella todavía estaba en mi vientre
Entonces la incorporé para que se recueste sobre mi pecho
y bailamos lentamente al compás de la canción,
y ella se calmó
Fue ese momento, esos cinco minutos que duró la canción
que me di cuenta de todo.
Que no se trataba de renunciar a quién era yo
ni de tratar de conservar mi esencia el tiempo en el que ella dormía
no se trataba de luchar para seguir siendo Rojita
se trataba de ser Rojita con ella,
compartir mi esencia con ella
ser yo misma mientras estoy con ella
y hasta transmitirle algo de mi energía y esencia
No era una lucha, era una sinergia
Ese momento la amé más que nunca